
Sin dudas, la formación profesional se actualiza y gana terreno en el ámbito educativo. No es para menos, considerando el informe Panorama de la Educación de 2022 de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos. Según sus estadísticas, España es el país de la UE con mayor proporción de jóvenes de entre 25 y 35 años que no tienen estudios de Bachillerato o de Formación Profesional de Grado Medio.
De acuerdo al organismo, el 27% de esta población deja su formación al terminar la enseñanza obligatoria a los 16 años, y no vuelven a formarse después. De manera que inician su itinerario de inserción laboral con una baja cualificación que influye en diferentes ámbitos de su vida.
Este problema puede tener diversas causas. Dificultades personales, falta de motivación, problemas familiares y una posible falta de adaptación del sistema educativo a sus necesidades individuales son sólo algunas de ellas. En este último caso, el estudiantado siente que la educación tradicional no se traduce en oportunidades de empleo. Esto contribuye al desinterés y la falta de motivación por seguir estudiando.
En este contexto, la formación profesional para el empleo se presenta como una solución. Este instrumento crucial favorece la cualificación de los jóvenes, de los que no lo son tanto y abandonaron pronto sus estudios y, cómo no, de quienes necesitan mantener su puesto de trabajo en un mercado productivo en continuo cambio.

¿Qué quiere decir Formación Profesional?
Formación Profesional (FP) se refiere al conjunto de estudios y formaciones orientadas a capacitar a las personas con habilidades prácticas y conocimientos técnicos para el mundo laboral. A diferencia de la enseñanza académica tradicional (ESO, Bachillerato, universidad), la FP pone el foco en aprender un oficio o profesión de forma más aplicada. Ahora bien, existen dos grandes modalidades de FP en España:
FP Reglada: Es la Formación Profesional del sistema educativo, regulada por el Ministerio de Educación. Incluye los ciclos formativos de FP Básica, Grado Medio y Grado Superior, que son estudios oficiales con una duración de 2 años académicos generalmente. Al completarlos, el alumno obtiene títulos oficiales (técnico básico, técnico medio o técnico superior) reconocidos en toda España y la UE. La FP reglada forma parte de la educación formal, con currículos definidos, prácticas obligatorias en empresas y acceso mediante requisitos académicos (por ejemplo, la FP de Grado Medio requiere el título de ESO). Su objetivo es proporcionar una preparación técnica y práctica sólida, combinando contenidos teóricos con aprendizaje en talleres, laboratorios y empresas, orientada a la obtención de un título oficial que certifique la cualificación profesional del estudiante.
FP para el Empleo (FPE): También conocida como formación profesional ocupacional o continua, es un conjunto de acciones formativas fuera del sistema educativo reglado, generalmente dirigidas a personas desempleadas u ocupadas que buscan mejorar sus competencias laborales. Depende del Ministerio de Trabajo (y las Comunidades Autónomas a través de los servicios de empleo) y su finalidad es mejorar la empleabilidad y la promoción profesional de los trabajadores. La FPE incluye cursos de formación continua para empleados (frecuentemente financiados mediante créditos de formación de las empresas) y cursos para desempleados, a menudo enfocados a la obtención de Certificados de Profesionalidad u otras acreditaciones laborales. En resumen, mientras la FP reglada pertenece al sistema educativo formal (institutos, centros de FP) y culmina en títulos académicos oficiales, la FP para el empleo es parte de las políticas activas de empleo, con cursos más cortos y flexibles destinados a capacitar rápidamente en determinadas competencias demandadas en el mercado laboral.
Ambas vertientes conforman conjuntamente el Sistema Nacional de Cualificaciones, y desde la aprobación de la Ley Orgánica 3/2022 de Ordenación e Integración de la FP, se busca integrar la FP educativa y la para el empleo en un único sistema más coordinado. En la práctica, esto permite, por ejemplo, que una persona pueda acumular microformaciones, certificados y ciclos completos a lo largo de la vida, con pasarelas entre formación reglada y formación para el empleo, facilitando el reconocimiento de competencias adquiridas en ambos subsistemas.
FORMACIÓN PROFESIONAL: 9 MOTIVOS QUE LA CONVIERTEN EN LA MEJOR ALIADA
Son muchas las razones por las que apostar por la formación profesional para el empleo:
- Es eminentemente práctica, al centrarse en habilidades y conocimientos aplicables al campo de trabajo. Esto aumenta la motivación de los/as estudiantes que ven la conexión directa entre lo que están aprendiendo y su futuro laboral.
- La formación profesional ofrece oportunidades de empleo tempranas, permitiendo al alumnado entrar en el mercado laboral más rápidamente. Esto resulta beneficioso para quienes desean comenzar pronto su carrera.
- Presenta diversidad de opciones, al abarcar una amplia gama de familias profesionales. Desde la tecnología de la información, sanidad, restauración hasta competencias comerciales y administrativas. Esto brinda una variedad de alternativas para elegir de acuerdo con sus intereses y aptitudes.
- La formación profesional para el empleo permite una mayor adaptabilidad a las necesidades del mercado laboral, cada vez más cambiante y competitivo. Los programas se actualizan y ajustan para reflejar las tendencias y necesidades actuales del tejido productivo.
- Permite una formación permanente a lo largo de la vida. Ello mejora la empleabilidad a medida que las personas buscan nuevas oportunidades o se adaptan a cambios en sus objetivos profesionales.

- Favorece el desarrollo de habilidades blandas (soft skills), como la comunicación, el trabajo en equipo y la resolución de problemas. Se trata de cualidades esenciales para el éxito en cualquier entorno de trabajo.
- Promueve el establecimiento de redes profesionales. Durante la formación profesional, el alumnado tiene la oportunidad de establecer contactos al realizar prácticas no laborales en empresas. Estas conexiones son valiosas al buscar empleo, que a menudo se basa en la recomendación y el networking.
- Fomenta el espíritu empresarial al proporcionar habilidades y conocimientos necesarios para iniciar y gestionar sus propios negocios. Para ello, cuentan con un asesoramiento y orientación laboral personalizado.
- Permite la emisión de certificaciones y reconocimientos oficiales, que aumentan el prestigio y la credibilidad del alumnado en el mercado laboral. Pues son una prueba tangible de las competencias profesionales adquiridas.
¿Cuál es el FP con más salida laboral? (familias y ciclos más demandados)
Una pregunta frecuente entre estudiantes y familias es: “¿Cuál es el FP con más salida laboral?”. La respuesta puede variar con el tiempo según las necesidades del mercado, pero los informes actuales permiten identificar algunos sectores y títulos de FP especialmente dinámicos en empleo.
En términos generales, las ramas de FP con mayores oportunidades laborales en España hoy en día son: Sanidad, Mecánica y Automoción, Electricidad/Electrónica, Informática y Comunicaciones, Administración y Finanzas, así como determinadas especialidades industriales. Por ejemplo, un informe de 2024 realizado por Randstad Research y la Universidad CEU San Pablo señala que muchos de los ciclos formativos más demandados pertenecen al ámbito sanitario, al de vehículos/automoCIÓN y al de instalaciones eléctricas y térmicas. Esto se debe a la alta demanda de perfiles técnicos y especializados en esos sectores.
A nivel de titulaciones concretas, a continuación destacamos algunos ciclos formativos (de Grado Medio y Superior) que presentan altas tasas de inserción laboral recientes:
Técnico en Emergencias Sanitarias (Grado Medio): Es actualmente la FP de Grado Medio con mayor inserción laboral en España, alcanzando una tasa de empleo del 90,7%. Los Técnicos en Emergencias Sanitarias, encargados de la atención prehospitalaria en ambulancias y situaciones de urgencia, son muy demandados; de hecho, es la única titulación de grado medio con más del 90% de empleo. Esto refleja la constante necesidad de personal sanitario cualificado. El campo de la Sanidad en general es una apuesta segura: según el portal Educaweb, la familia profesional sanitaria tiene un 78,8% de sus titulados trabajando, siendo de las más altas en empleabilidad.
Técnico Superior en Desarrollo de Aplicaciones Multiplataforma (DAM): En el ámbito de las nuevas tecnologías, los desarrolladores de software y aplicaciones móviles tienen excelentes perspectivas. Las empresas de todos los sectores requieren profesionales de TI para impulsar su presencia digital. Comunidades como Andalucía han reportado una gran demanda de perfiles digitales, situándose entre las primeras en emplear desarrolladores. Los ciclos de Desarrollo de Aplicaciones (tanto Multiplataforma como Web) suelen tener altas tasas de colocación, alimentadas por la transformación digital en curso.
Técnico Superior en Proyectos de Instalaciones Térmicas y de Fluidos: Dentro de la familia de Instalación y Mantenimiento, este título de Grado Superior sobresale con una empleabilidad del 92,3%. Los titulados se encargan de proyectar y supervisar instalaciones de climatización, calefacción, fontanería, etc., oficios muy demandados en construcción sostenible e industria. Igualmente, el Técnico Superior en Mecatrónica Industrial (que combina mecánica, electrónica y automatización) tiene cerca de un 88% de inserción. Estas especialidades industriales se benefician de la reactivación del sector secundario y la necesidad de técnicos cualificados en entornos automatizados.
Ciclos de Automoción (Mecánica del automóvil, Carrocería): Los perfiles vinculados al mantenimiento de vehículos siguen siendo muy solicitados. Por ejemplo, el Técnico en Carrocería (Grado Medio) alcanza casi un 90% de empleabilidad, trabajando como chapistas, pintores o reparadores de vehículos. Del mismo modo, en Grado Superior destacan títulos como Automoción o Automatización y Robótica Industrial, ambos con inserciones superiores al 85-90%. La transición hacia vehículos eléctricos y sistemas inteligentes está generando aún más demanda de estos profesionales.
Administración y Finanzas: El Grado Superior de Administración y Finanzas ofrece salidas en prácticamente cualquier empresa (contabilidad, recursos humanos, gestión financiera, etc.). En 2023 se firmaron más de 108.000 contratos a titulados de Administración-Finanzas, cifra muy elevada que muestra su versatilidad labora. Incluso el Grado Medio en Gestión Administrativa tuvo más de 157.000 contratos ese año .Son perfiles polivalentes requeridos tanto en el sector público como privado.
Cabe destacar que la empleabilidad global de la FP ha crecido más de un 30% desde 2015, reflejando la importancia creciente de los perfiles técnicos. Elegir una formación en FP hoy supone acercarse a sectores con demanda real de profesionales. No obstante, la “FP con más salida laboral” puede depender de cada persona y región: conviene informarse de las necesidades locales y, sobre todo, de la vocación personal del estudiante. En todo caso, las cifras confirman que estudiar FP es sinónimo de buenas perspectivas de empleo, con numerosos ciclos alcanzando tasas de inserción superiores a las de muchas carreras universitarias.
Impacto de la FP: mejora de la inserción laboral y reducción del abandono
La expansión de la Formación Profesional en los últimos años ha tenido un impacto muy positivo tanto en la inserción laboral de los jóvenes como en la reducción del abandono escolar. Varios indicadores y estudios evidencian esta contribución:
Por un lado, el aumento de matriculados en FP ha sido notable. En el curso 2022-2023 se alcanzó una cifra récord de más de un millón de estudiantes de FP en España, mostrando que esta vía formativa gana prestigio y aceptación. Esta tendencia va acompañada de una mejora en los resultados: la población de 20-24 años que logra al menos el título de secundaria postobligatoria (Bachillerato o FP de Grado Medio) subió al 79,9% en 2024, cuando en 2014 era solo del 65,8%. Es decir, cada vez más jóvenes están completando una titulación media gracias, en parte, a las opciones que ofrece la FP.
En términos de empleo, ya mencionamos que la FP se caracteriza por su alta empleabilidad. Los graduados en ciclos formativos no solo encuentran trabajo más rápido, sino que suelen hacerlo en empleos relacionados con lo que han estudiado, facilitando transiciones escuela-trabajo exitosas. El Observatorio de la FP en España indica que la empleabilidad de los titulados de FP ha crecido un 30% desde 2015, reflejando que las empresas valoran cada vez más las habilidades prácticas y especializadas de la FP. De hecho, 2 de cada 3 titulados de FP consideran que sus estudios les han ayudado a encontrar trabajo, según el informe Randstad-CEU. Así, la FP no solo forma, también coloca.
Lo más importante en el contexto de este artículo es cómo todo ello repercute en el abandono escolar. Al ofrecer a los jóvenes alternativas educativas más conectadas con la realidad laboral, la FP actúa como vía de enganche para muchos que de otro modo habrían abandonado los estudios. La OCDE y Cedefop señalan que una amplia oferta de Formación Profesional tiende a correlacionarse con menos abandono: países con mucha matriculación en FP tienen pocos dropouts, y además una porción considerable de quienes abandonaron la vía general terminan más tarde retomando estudios a través de programas de FP. En España, las autoridades reconocen que el impulso a la FP es parte de la receta para bajar el abandono. Como indica el Ministerio de Educación, la renovación de la FP en años recientes (nuevos grados, más plazas, FP Dual, etc.) “ha supuesto una nueva ventana hacia empleos de calidad” para los jóvenes y fomenta que permanezcan en el sistema educativo en lugar de dejarlo.
Además, la FP contribuye a la llamada “segunda oportunidad”: muchos jóvenes que en su momento dejaron de estudiar han podido más tarde obtener una cualificación de secundaria gracias a la FP para el Empleo o a ciclos formativos adaptados para adultos. Un informe europeo destaca que alrededor de un tercio de los jóvenes que abandonan los estudios en algún momento logran posteriormente completar una titulación de secundaria o post-secundaria, y dos de cada tres de ellos lo hacen a través de programas de Formación Profesional. Estos programas les permiten obtener una cualificación y adquirir experiencia valorada en el mercado de trabajo, ofreciéndoles una segunda oportunidad educativa en un formato más atractivo y flexible.
En síntesis, la potenciación de la Formación Profesional en España está teniendo un doble efecto beneficioso: mejora la inserción laboral de los jóvenes (reduciendo el paro juvenil y facilitando empleos de calidad) y a la vez se convierte en una política eficaz contra el fracaso escolar, al ofrecer caminos alternativos para que los estudiantes continúen formándose en vez de abandonar prematuramente. No es casualidad que el abandono temprano haya caído 5 puntos desde 2018 coincidiendo con importantes reformas e inversiones en FP. Aún queda camino, pero la tendencia señala que más FP equivale a menos abandono educativo.
